lunes, 30 de septiembre de 2013

Una Imagen, 1200 Millones de Usuarios

Facebook ya ha superado ampliamente los mil millones de usuarios, por ello si fuese un país sería el tercero más poblado del mundo. Tal es así que, de cada 13 habitantes de la tierra, uno está en esta Red Social.

¿Se imaginan conocer las caras de todos ellos? Esto mismo fue lo que pensó la diseñadora web argentina Natalia Rojas, quien creó The Faces of Facebook, una página que reúne a todos los usuarios registrados del sitio de Mark Zuckerberg.

El objetivo fue crear una única imagen que muestre todas las caras de la Red Social. Cada una de las fotos de perfil están ordenadas cronológicamente, de acuerdo con la fecha en que se registraron por primera vez en el sitio. Al ingresar con tu cuenta de la red social, el sitio permite ubicarte.

En cuanto a la privacidad, Rojas asegura que no que viola ninguna norma, ya que no se muestra ningún detalle personal. 

Y vos... ¿Ya lo intentaste?


jueves, 26 de septiembre de 2013

Francia 1938: Italia, primer bicampeón de los mundiales




A menudo solemos escuchar que el fútbol y la política van de la mano. Podemos estar a  favor o en contra de este postulamiento, pero lo cierto es que desde que se jugó el primer mundial, y hasta donde vamos con este recorrido, estas dos pasiones se han tornado inseparables.
En +Medios hoy nos toca repasar la tercera cita mundialista: Francia 1938.  Siguiendo en la línea del primer párrafo, el contexto en Europa no era de lo más alentador.  A casi dos años de desatarse la Guerra Civil en España (julio del ´36), este territorio se encontraba dividido entre el bando sublevado, a cargo del General Franco, y el bando republicano, compuesto por el Frente Popular.
También era un período de hostilidad permanente entre los países del viejo continente. Alemania, bajo la tutela de Hitler, acababa de anexar a Austria al Tercer Reich, y la amenaza de un nuevo conflicto bélico -e ideológico- mundial estaba latente. De hecho, se presume que en España se probó el armamento que luego fue utilizado en la Segunda Guerra Mundial (cabe remarcar que cada bando español tenía un respaldo armado internacional bien diferenciado uno del otro: Rusia apoyaba a los republicanos, con Francia en menor medida, mientras que Alemania e Italia le daban sus servicios a los republicanos).
Tiempo más tarde, y no conforme con el Pacto de Múnich, Hitler  tomaba Polonia (Guerra Relámpago, 1 de septiembre de 1939), dando lugar de este modo a que Francia e Inglaterra le declaren la guerra dos días más tarde.
Afiche Francia 1938
Volcándonos al fútbol, la FIFA elegía a Francia como sede  para el tercer campeonato del mundo. La Argentina se había postulado para ser el anfitrión, confiado en tener las condiciones para albergar la competencia y porque, además,  la AFA creía que era lo justo luego de haberse jugado en Europa el anterior.
Pero Francia ofrecía más garantías en cuanto a los medios para desarrollar el mundial, y así la FIFA dio su sentencia. Las autoridades del fobal criollo, ante el desprecio de la federación que nuclea el fútbol, actuó con total despecho y decidió no presentar ningún combinado nacional en el torneo que se avecinaba (una vez que Argentina no fue elegida como sede, se pidió desde la cúpula de la asociación  jugar sin disputar las eliminatorias. La FIFA también le bajó el pulgar a esto).
Como mencionamos en las primeras líneas, Alemania anexó a Austria antes de jugarse este mundial. El problema es que tanto los germanos como los austríacos estaban clasificados para competir. Se dice que Hitler le pidió al técnico que en ese momento tenía el buzo del Wunderteam (equipo maravilla, como se lo conocía al equipo nacional de Austria) que hiciera una segunda anexión, en este caso futbolística. El DT se negó y renunció, por lo que el Fuhrer contrató a Seep Herberger. Éste le concedió el deseo al por entonces líder alemán y convocó siete jugadores austríacos a sumarse a las filas del conjunto teutón.
Con esta particularidad, y sin Austria compitiendo, fueron quince las selecciones que participaron. Fuera Argentina, sumado a algunos equipos latinoamericanos que se solidarizaron con la decisión de no asistir al compromiso (México, Colombia, entre otros), sólo Brasil, Cuba y las Antillas Holandesas fueron los representantes de nuestro continente.
Leónidas, el goleador
Nuevamente se repetía el formato de Italia 1934 y se arrancaba desde los octavos de final. Se jugaron diez partidos repartidos entre las nueve sedes que propuso el país galo. Luego del mundial anterior, y todas las suspicacias que se habían levantado en referencia al modo en que lo ganó Italia, entiéndase ayudas arbitrales y presión de Mussolini, la FIFA necesitaba darle un manto de transparencia a esta nueva edición, dejando atrás las sospechas y las críticas.
La Azurra, máximo candidato, debutó ganándole a Noruega, así como Brasil comenzaba a formarse como potencia al vencer a Polonia en un partidazo. El score final fue 6 a 5 para la Verde Amarela. En este partido hizo un gol descalzo Leónidas, quien fue el goleador del mundial -y la figura de Brasil- con 8 anotaciones en 4 partidos.
También se iba perfilando como cuco del torneo Hungría, que debutó goleando 6 a 0 a las Antillas Holandesas, y en la segunda ronda dejaba en el camino a Suiza. Ya en semifinales, dos animadores se cruzaban, Italia contra Brasil. Un confiado técnico brasilero dijo que dejaba a Leónidas en el banco de suplentes guardándolo para la final. Le salió mal la canchereada, Italia se quedaba con el encuentro por 2 a 1, y se preparaba para su segunda final consecutiva.
Italia, el quipo bicampeón
Brasil terminó tercero al ganarle el partido de honor a Suecia por 4 a 2. Los suecos habían perdido la semifinal contra Hungría, quien era el otro protagonista de la final.
  El día del partido decisivo unas 45 mil personas asistieron al Estado de Colombes (donde juega de local el Racing de París. Hoy se llama Yves du Manoir). La mayoría alentaba al equipo húngaro, dada las cruces con tintes políticas que acarreaba el conjunto tano. Pero esta vez Italia ganó el mundial en la cancha. Esto fue gracias a  que Meazza y Ferrari, sus figuras, tuvieron un desempeño descollante aquel partido, y al final del primer tiempo ya estaban arriba por 3 a 1. Pese el descuento más tarde, poco pudo hacer Hungría ante la superioridad del conjunto Italiano, terminando el encuentro 4 a 2. Italia, esta sin vez sin discusiones, se convirtió en el primer bicampeón de la historia de los mundiales.
Un año más tarde la Segunda Guerra mundial estallaba, y los mundiales no se jugarían hasta que el conflicto bélico terminase. La próxima cita recién se dio 11 años después y en Sudamérica, Brasil 1950.





Por Marco Iannarelli



Fuentes:
- "El libro de oro del mundial" Arte Gráfico Editorial Argentino S.A, Diario Clarín.